Todos sabemos que tener un inmueble vacío sólo conlleva gastos: contribuciones, tasas de basuras, recibos de las cuotas mínimas de suministros, su correcto mantenimiento, reparaciones ocasionales, y un largo etc. que se hace notar en el saldo bancario al final del año.

La solución más simple sería venderlo, pero muchas veces esta opción no es factible por razones tan diversas como propietarios hay. Y es en este momento cuando nos planteamos alquilar ese inmueble y, a la vez, nos vienen todos los temores que ello conlleva y nos acordamos de que a nuestro primo le dejaron el local hecho un desastre cuando se fueron sus inquilinos, que a nuestro compañero del trabajo dejaron de pagarle el alquiler del piso al tercer mes y le costó mucho esfuerzo y disgustos conseguir que abandonaran su inmueble, y otras historias «para no dormir» que hacen que nos echemos atrás con la idea… ¡pero no nos alarmemos antes de hora!

Ante todo hay que dejar claro que no existe ninguna fórmula mágica que nos haga dar con el inquilino perfecto, pues hasta los que mejores condiciones presentan pueden darnos un disgusto en un momento dado. Pero, para arrojar luz sobre el camino, en esta entrada vamos a darte los mejores consejos para que puedas elegir a tu inquilino minimizando al máximo los riesgos de impago que te llevarían a futuros disgusto, aunque antes de empezar queremos recordarte que un buen profesional del sector inmobiliario puede encargarse de todas estas tareas por ti, de forma que solo tengas que preocuparte de asistir a la firma del contrato sabiendo que tienes un inquilino de gran calidad esperándote.

¡Empecemos!

🟢Intenta personarte en las visitas que se realicen a tu inmueble. Así obtendrás una primera impresión «in situ» de la persona interesada en tu propiedad, lo cual te va a permitir ahorrar mucho tiempo y explicaciones en caso de que el interesado no sea de tu agrado.

🟢Cuanta más prisa peor. Si bien es cierto que un contrato de alquiler requiere de (relativamente) poco tiempo para su formalización, nuestro consejo es que desconfíes de los interesados que te presionan en exceso para entrar en la vivienda el mismo día que la visitan o, peor aún, que quieran alquilarla sin haberla visto antes, pues en muchas ocasiones esta clase de inquilinos los han echado de otro inmueble. Y aunque hay algunos casos que la expulsión habrá sido por causas ajenas al inquilino, en la mayoría de ellos suele ser por impago del alquiler. Si tienes dudas, ¡no te cortes en preguntar al interesado lo que necesites saber! Lógicamente, si ha sido una causa de impago, no te van a decir la verdad, pero sabrás percibir que algo no cuadra.

🟢Asegúrate de cuántas personas y mascotas van a haber en tu inmueble. Nuevamente: ¡no tengas miedo a preguntar!. Es posible que alguna vez te digan que van a ser menos de los que realmente van a ser, pero no te costará mucho cazar esta mentira. Haz constar este dato en tu contrato de alquiler para más seguridad.

🟢Ten claro que, si la necesidad aprieta, nadie va a dejar de comer por pagar una cuota de alquiler, así que infórmate sobre la solvencia económica de tus posibles inquilinos. Pídeles el contrato de trabajo y las últimas nóminas, así podrás ver si tienen capacidad económica para hacer frente al alquiler y los consecuentes gastos de vida. Y no dudes en pedir referencias si sabes de alguien que conozca a los interesados en tu inmueble.

🟢Pongamos que el interesado ha superado el punto anterior y parece ser que tiene suficientes recursos como para no faltar al pago. Estás casi celebrando de que (¡por fin!) has dado con el inquilino ideal, pero aún no terminas de convencerte. Pues bien, como última prueba de garantía, puedes pedirle a tu posible inquilino un aval bancario que cubra un par de meses adicionales a la fianza reglamentaria. Si el interesado está dispuesto a realizar este desembolso será raro que te cause algún problema de impago en el futuro, pues esta clase de personas suelen ir «de cara».
Pero no caigas en el error de pensar que si no accede a esta petición es que no tiene intención de pagar, pues formalizar un alquiler conlleva un desembolso considerable para el arrendatario, y va a ser bastante habitual que no le venga muy bien pagar varias mensualidades adicionales junto al resto de gastos. Además. recuerda que, como propietario, pedir este aval no es una acción muy «elegante» que digamos. De todos modos, si finalmente optas por ello, asegúrate de que el aval queda reflejado en el contrato de alquiler con una cláusula específica para el mismo y una fotocopia anexa de este, o de lo contrario podría no ser válido.

🟢Si con todos estos consejos y pautas sigues sin estar convencido, aún hay una última acción que puedes tomar, y es la de contratar un seguro de alquiler. ¡Pero infórmate muy bien antes de contratarlo porque podrías estar tirando tu dinero a la basura! Por experiencia propia, nuestro consejo es que huyas de los más baratos, pues en caso de problemas de impago, aparte de darte largas, empezarán a pedirte un sinfín de documentos (que probablemente no tengas) con la intención de hacerte desistir del intento de reclamación. Así que compara entre varios, busca bien sus coberturas, infórmate de como actúan en caso de impago, léete bien la letra pequeña, y busca opiniones y experiencias de clientes antes de decantarte por uno en concreto.

🟢Por último. Si vas a formalizar el contrato de alquiler tú mismo, deja que un profesional de tu confianza (abogado, gestor, agente inmobiliario, etc.) te lo revise y te asesore. De este modo tendrás la tranquilidad de saber que no se te escapa ningún detalle. Y si es la otra parte quien te propone un contrato pídeselo para revisarlo. Aprovechamos este punto para recomendarte nuestra entrada de cláusulas que no deben faltar en tu contrato de alquiler  (HAZ CLICK en el enlace) y así lo tengas todo bien amarrado.

¡Esperamos que con toda esta información puedas elegir un gran inquilino para tu inmueble y ambos tengáis una relación provechosa, duradera, y estable en el tiempo! ¡Y si tienes algún consejo más que te gustaría aportar, estaremos encantados de leerte en los comentarios!